La fascia es el tejido conectivo fibroso que envuelve todo el cuerpo y representa aproximadamente el 20 % de la masa corporal.
Este tejido almacena y mueve agua, y transmite voltajes; es decir, funciona como un sistema de conexiones eléctricas.
Además, podría ser crucial en el dolor, en especial en la espalda. La razón es porque la fascia es un sistema interconectado, y cuando pierde su flexibilidad, el dolor puede transferirse de un área a otra.
Está compuesta por fibroblastos–células que producen colágeno y otras fibras–unidas por una matriz circundante. La inactividad física podría ocasionar que la fascia se contraiga y disminuya su flexibilidad.
La capacidad de la fascia para deslizarse podría tener un papel fundamental en el dolor de espalda.
Cuando no realiza movimiento físico y ejercicio adecuados, las estructuras del tejido conectivo comienzan a crecer demasiado y pierden flexibilidad así como elasticidad e impiden la hidratación celular.
Cuando la fascia se encuentra muy contraída al transmitir la fuerza incluso podría comprimir los nervios y músculos, provocar dolor, ya sea en el área u otro lugar del cuerpo. La fascia se divide en dos capas, y cuando se mueve, esas capas se deslizan una sobre la otra. Una fascia sana tiene la capacidad de desplazarse o deslizarse alrededor del 75 % de su longitud total.
La capacidad de deslizamiento desempeña un papel crucial en el dolor de espalda. Al comparar la fascia, en personas con y sin dolor de espalda, la principal diferencia entre los dos casos es la capacidad de la fascia para deslizarse una sobre otra con facilidad.
La tensegridad de la fascia
Hoy en día, el sistema fascial es percibido como un sistema de tensegridad, la cual es una combinación de las palabras «tensión» e «integridad». El modelo de tensegridad nos ayuda a comprender la forma en que funciona el sistema de la fascia como un todo para mantener el cuerpo unido.
Tradicionalmente Occidente ha percibido el esqueleto como una estructura relativamente rígida de huesos interconectados.
En realidad los huesos del esqueleto flotan de forma libre, separados unos de otros por completo, lo que mantiene unidos a los huesos es el sistema de tejido conectivo. Si eliminara mágicamente todo el tejido conectivo del cuerpo, su estructura ósea colapsaría sobre el suelo.
Las vértebras no reposan o se presionan unas contra otras. En cambio, también flotan libremente, unidas por la tensión del tejido conectivo. Siempre que la fascia mantenga la tensión adecuada en cada vértebra, la columna permanecerá erguida y sin dolor–aun si presenta degeneración discal.
El ejercicio es muy importante para que la función de la fascia se mantenga saludable y en ese sentido el Tai Chi es altamente recomendable, en especial por sus movimientos circulares y en espiral.
La Osteopatía Fluídica, la Biodinámica trabaja sobre todo el sistema de fascias.
